Wednesday, February 14, 2007

Héctor Maldonado Campillay

Héctor Maldonado Campillay, escritor regional, nació en Vallenar el 16 de mayo de 1924. Era un joven de 21 años cuando se incorporó a la dotación de la entonces Andes Copper, en Potrerillos. Años después, es trasladado a la naciente cuidad de El Salvador.
39 años de su vida entregó a dichas localidades mineras. Se casó con Aminda Aravena Pizarro de cuyo matrimonio nacieron seis hijos: Violeta, Héctor, Néstor, Waldo, Omar y Nelson.
Desde muchacho sintió el llamado de las letras, pero fue por los años 60 cuando comenzó a escribir los primeros relatos sobre el sistema de vida en que se desenvolvía el trabajador minero.
El semanario Andino fue quien le abrió sus puertas para que pudiera volcar en sus paginas las manifestaciones de su talento, las que fueron muy apreciadas semana a semana, esperadas con ansias por la gente de nuestro mineral.
Escribió: poesías, crónicas, ensayos y cuentos relacionados al quehacer minero.
A sus libros: EL ALEGRE Y LEGENDARIO POTRERILLOS DEL AYER, al que le siguió ALBORES DEL MINERAL EL SALVADOR, viene a sumarse esta obra que no alcanzo a publicar; falleciendo sin ver concluido su trabajo.
Su esposa Aminda, es quien ofrece a su esposo emprender la titánica tarea de cumplir esta promesa, para que al fin, luego de un largo andar; pueda decir. “misión cumplida”.
Este nuevo libro, “POTRERILLOS DEL 50: LOS GRANDES CAMBIOS”, ES PUBLICADO GRACIAS AL VALIOSO APOYO DE Codelco Chile División El Salvador; es la continuación de los anteriores, y no puede faltar en las bibliotecas de quienes fueron o son los protagonistas de esta historia.

Tuesday, February 13, 2007

Reseña 2

Este blog realizado por mi nieto, quien lleva por tercera generación el nombre de su abuelo.

Héctor Maldonado Campillay, vallenarino, llegó a incorporarse a las faenas del Mineral de Potrerillos cuando venía de salir de su conscripción militar a los de 21 años de edad en 1945, cuando esta industria estaba en todo su apogeo, por lo cual, llegaban jóvenes de distintas regiones de Chile y del extranjero en busca de trabajo. Para este vallenarino, era un retorno en una segunda tentativa, la que felizmente en esta vez tuvo el éxito que esperaba.
La vez primera, en 1941, vino a conocer y a probar suerte en este centro minero al cual todo joven ambicionaba una esperanza de quedarse a trabajar. No todos tuvieron la suerte de integrarse, tal como le pasó a este futuro escritor de sueños cuando tenía 17 años de edad en que fracasó en su primer intento, quedando desde entonces, enamorado del estilo de vida, el paisaje y su clima en los 3.300 metros de altura que conoció en este lugar tan aislado.
Para presentar una vez más esta primera edición del libro que su autor no alcanzó a dejar publicado, "Potrerillos del 50: Los Grandes Cambios", aquí es su nieto, Publicista, quien lo representa en este blog, cosa que está realizando muy bien.
Estas reseñas son para traer recuerdos a cada potrerillano(a), estando segura que llorarán de emoción cuando conozcan este libro, que es un verdadero testimonio de vida. Conocerán fotografías de pioneros chilenos y americanos, gracias a fotógrafos de todos los tiempos, verdaderos visionarios en su profesión; pero hay que agradecer también a quienes tienen la virtud de valorar cada fotografía y coleccionarlas para mostrarlas al mundo entero como lo hace por Internet el potrerillano Jimmy Feeney en EE.U.U.
Diferente a personas que borran o destruyen todo. Es una delicia entrar a www. losandinos.com .

Sunday, August 13, 2006

Reseñas

Trataremos de inmiscuirnos en la historia de Potrerillos, cual si fuera su autor, para incentivar a sus admiradores al leer este libro, los que no serán defraudados.

1ª Reseña:

“Potrerillos del 50: Los Grandes Cambios”, es la recopilación de hechos, durante 40 años de laborar el autor de este libro, en lo que fue este “querido Potrerillos”, para los potrerillanos, que nacieron o laboraron desde los inicios de la fundación y del actual, en este paraje minero. Cuna de un número considerable de personas que laboraron en los inicios de la fundación, y, además, llegando en la actualidad a ser cuna de una infinidad de coterráneos, entre nacionales y extranjeros nacidos en el “mineral de Potrerillos”, cuyo centro minero, en donde las “primeras fotografías las inicia Mr. H. L. Hall, con fecha de 1917, dadas a conocer en los Archivos de Andino de Codelco-Chile.
Luego, en 1921, fue reemplazado por don Carlos Castro, quienes fueron los auténticos historiadores gráficos del Mineral de Potrerillos”.
¿Cómo no apasionarse con su historia y en la vida cotidiana, en lo que fue la grandeza del mineral de cobre en Potrerillos, en la tercera región?

Sunday, June 25, 2006

Potrerillos Viejo Amigo


“Potrerillos viejo amigo, ¿dónde fueron tus pioneros con sus sueños y alegrías; sus triunfos y fracasos?, ¿dónde están sus voces y canciones que un día alegraron tu lejanía?
Ya no se escucharán más. Quizás se quedaron en tu sol esplendoroso de antaño o bajo la nieve silenciosa que cubrió tus calles sin nombres.
En la marcha irreversible del tiempo, sólo quedara tu recuerdo, cuando esta tierra, agotada la veta mineral que le da vida, volverá a ser un desierto, como era hace siglos, cuando la holló la planta sagrada del Inca Tupac Yupanqui, el primer conquistador de Chile”


Héctor Maldonado Campillay
1924-1992

Saturday, June 24, 2006

Aminda Aravena de Maldonado


El Alegre y Legendario Potrerillos del Ayer, y Potrerillos del 50: Los Grandes Cambios, como lo define mi esposo en su primer y segundo tomo, es ahora una leyenda, como lo será muy luego, el mineral de El Salvador, ambos sectores mineros con una fabulosa trayectoria.
Quienes llegaron en sus inicios a estos dos minerales, llenos de ilusiones, arraigados desde 1915, y talvez mucho más anterior, donde formaron familias de larga ascendencia, que con dramática situación tuvieron que salir de Potrerillos porque su fin había llegado.
Ahora es El Salvador , al que tendrá que abandonarse, porque también, ya ha cumplido su ciclo.
¿Acaso no es para llorar de amargura…?

Héctor Maldonado Campillay fue un genuino visionario de estos dos centros mineros, Potrerillos y El Salvador.
Su pasión por las semblanzas potrerillanas y salvadoreñas, las mantuvo hasta en los últimos momentos de su vida.
Se fue con la amargura de no haber alcanzado a publicar lo que él sabía que era la culminación de su trabajo como escritor.
Felizmente este libro ya está publicado gracias a la benevolencia de la División Salvador, de Codelco-Chile.
Es el tomo número dos, es como su nombre lo indica, "Potrerillos del 50: Los Grandes Cambios"; realmente que hubieron muchos cambios, como lo señala el autor en su obra.
Se compone de 71 capítulos, tocando levemente el acontecer costumbrista del trabajador en las industrias mineras. Es un libro que atrapa al lector interpretando al trabajador minero.
Dice su autor en el Prefacio:
"…Esta segunda parte de los anales de Potrerillos, si bien es liviana en la forma, pretende ser profunda en el contenido: ¿hasta que punto se logra ese propósito?... No lo sabemos. De una cosa si tenemos plena seguridad: este libro nació del afecto sin límites que le tenemos al Mineral y a su gente de tan buena madera. No queremos que este acontecer caiga bajo el manto del olvido, y que el esfuerzo de tantos hombres de valer, se pierda sin pena ni gloria, siendo que ellos dieron lo mejor de sí para levantar y mantener esta industria, vital al país…"

Wednesday, May 31, 2006


Dedico estas páginas evocadoras, a mi esposa, hijos y nietos, todos ellos nacidos en esta tierra legendaria.
A esos hombres que, como yo, un día lejano, llegaron llenos de ilusiones en busca de nuevos horizontes y se arraigaron aquí.
A la Andes Copper Mining Company y Anaconda, pioneras por excelencia, y a Codelco-Chile, continuadora de una hermosa tradición minera.

CAPITULO XVIII "Los herreros, artesanos del tiempo"

Debido a las características de las instalaciones de la Planta, con su alarde de maderas, amén de su antigüedad, era imprescindible confeccionar a mano, diversos elementos de hierro. Para tal efecto, en cada taller había herrerías, a fin de mantener ese rubro en óptimas condiciones. Servían en esos talleres, unos maestros herreros que eran verdaderos artífices, que conocían todos los secretos de su profesión, y estaban capacitados para fabricar, desde una herradura, hasta una delicada herramienta.
Sus cualidades personales parecían ser producto de una forja, porque noble y generosa era su condición. Bien dotados físicamente, con una musculatura que envidiaría un atleta; era un espectáculo verlos trabajar y manejar con tanta destreza las variadas estampas, tajaderas y cortafríos. Les brillaban los ojos y la piel, como consecuencia del calor que irradiaban las grandes fraguas. Nos imaginábamos ver a Vulcano, pues cuando se encolerizaban, parecían un dios del fuego. En general, el temperamento de estos modernos vulcanos, era algo tornadizo, quizás, como esos hierros candentes que ellos tan bien moldeaban. Ser su oficial, no era cosa fácil, pues, ellos exigían que sus ayudantes fueran igual de expertos. Tipos recios y duros como ellos, no admitían debilidades. Al final de la jornada, uno quedaba rendido, física y anímicamente; pero hay que reconocer, que eso fue una magnífica escuela. A veces cantaban mientras trabajaban, o reían por algún chiste, para luego dar rienda suelta a su variado y surtido repertorio de “finos” garabatos, que no iban dirigidos a nadie, pero que, implícitamente, estaban orientados al torpe oficial de turno...
En nuestro taller había un maestro herrero; José Penna se llamaba; parecía ser depositario de todos esos atributos y por quien, ahora echaré unos versos:

En un viejo taller perdido en la bruma del recuerdo,
con paredes que un día blancas fueron,
ora canta, ora blasfema,
el viejo herrero de las manos de oro.

¡Qué estimulante y agradable es escuchar el sonido inconfundible, que produce el golpe del martillo sobre la templada forja. Hasta donde estábamos, allá en los confines de los talleres, llegaban sus melodiosas vibraciones, y era como un canto al trabajo, y así debe ser, puesto que esa noble profesión, fue de las primeras del hombre, en los albores de la Humanidad!
¡Herreros del ayer, que se fueron por el tiempo y el recuerdo!

GALERÍA DE PERSONAJES



Sra. Matilde Traslaviña Villalón, empezó a trabajar en la Escuela de Potrerillos en 1933, llegó a ser la profesora más antigua del Mineral. Premio a su lealtad, el Liceo de Potrerillos es bautizado con su nombre al cumplir ella, 50 años de docencia en 1974. En 1977 su Santidad, el Papa Paulo VI, la distinguió por su alto espíritu de entrega a la comunidad y a la Iglesia.

Potrerillos del 50: Los grandes cambios



Potrerillos del 50: Los Grandes Cambios.

Numero de páginas: 374

Capítulos: 71




Precio:
$15.000 + gastos de envío.
27,3 US$ + gastos de envío.



Registro de propiedad Intelectual Nº 58.642
1ª Edición 2006

Contacto:
Aminda Aravena P.
fono:52-212205
aminda.aravena@gmail
hecmald@gmail.com


Saturday, May 27, 2006

Teatro Andes





Gentileza de don Luis Morales. Podran encontrar mas videos de Potrerillos en http://www.youtube.com/profile?user=lrmorales
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